La ciudad de Oaxaca, tiene una historia verdaderamente original, segun trasciende un interesante estudio realizado por el historiador, ing. Alberto Bustamante Vasconcelos. He aqui una parte de su historia.
El valle de Huaxyacac fue reconocido ya por los soldados aztecas de Moctezuma Ilhuicamina en 1440, y en forma permanente se estableció una guarnición de tropas del rey Ahuizotl en el año de 1486.
Ese grupo de soldados se instaló en parte de un gran bosque de huajes que había en el cerro de la Bellavista, hoy llamado del "Fortín", y cerca del paso del río Atoyac. El nombre nahuatl fue Huaxyacac que significa "en la nariz de los huajes" y el lugar era excelente pare vigilar la capital zapoteca (Zaachila) muy cercana, y parte asegurar la ruta comercial azteca, que seguía rumbo al Istmo de Tehuantepec, el Conusco y la América Central.
El 25 de noviembre de 1521 llegaron los primeros españoles al mando del Capitán Francisco de Orozco con unos 400 aztecas, a lo que hoy es Oaxaca, y a lo que Cortes en su segunda carta de Relación a Carlos V, del 20 de octubre de 1520 llama "Coastoaca".
Es oportuno citar aquí una información prácticamente desconocida, pero que forma precisamente parte de la historia de este feliz acontecimiento.
A la orilla del Río Atoyac, bajo una enramada apoyada en un árbol de huajes, se dijo la primera misa por el capellán Juan Díaz, acontecimiento que se celebro durante tres siglos en el primer templo de San Juan de Dios.
El lugar esta marcado por una pequeña ermita en el camino a Santa Cruz Xoxocotlan, a unos pasos del puente "Porfirio Díaz".
El mismo día de celebrar la primera misa, el padre Juan Díaz es quien impuso los nombres de Santos a diversos lugares de la capital: a Santa María Oaxaca, San Martín Mexicapan, San Juan Chapultepec, Santo Tomas Xochimilco, San Matías Jalatlaco y Santiago Tepeaca, entre otros, e instala en cada uno de ellos separadamente, a los indígenas originarios de los pueblos aztecas así llamados.
La efemérides de Oaxaca, segunda edición de 1965, escrita por Angel Taracena aun inédita, resalta que como primer alcalde de la Villa, el capitán Orozco nombra a GUTIERRES DE BADAJOZ. "
En enero 10 de 1522, Orozco somete al rey de Tilango, Ocoñaña, quien al ser bautizado por el Presbítero Juan Díaz, pide se le imponga el nombre de Don Carlos, al saber que así se llama el soberano de los conquistadores".
"El 15 de enero de 1522, el Padre Juan Díaz manda construir la primera Catedral de Oaxaca, a la que da el nombre de Santa Catarina, hoy San Juan de Dios. Allí, en ese primer Templo, reciben el bautismo el rey zapoteco Cocijoeza, que escoge el nombre de Don Juan Cortes, y su esposa Coyolicatzin, el de Dona Juana Cortes".
LA VILLA DE SEGURA DE LA FRONTERA
Poco después de la llegada de Orozco y sus indios, aliados a la hoy Capital del Estado de Oaxaca, salió de Coyoacan el Capitán Pedro de Alvarado el 31 de enero de 1522 con la encomienda de Don Hernando, de incorporar parte de sus fuerzas a las del Capitán Orozco, y llevar también a los componentes del Cabildo de la Villa de Huaxyacac, formada sin su consentimiento, a la conquista de Tututepec, lugar al que llego el 4 de marzo del mismo año.
El historiador oaxaqueno Jorge Fernando Iturribarria, en uno de sus escritos al respecto, menciona: "Prácticamente con la incorporación de los fundadores españoles de Oaxaca a la expedición de Alvarado, el lugar había quedado desamparado. Este no fue un accidente determinado por las necesidades de la guerra, sino maniobra planeada por Cortes pare adjudicarse posteriormente la propiedad del valle".
"Tan pronto como Alvarado marcho a México, los vecinos de Oaxaca desampararon Tututepec; unos se desparramaron por Tehuantepec en la región del Istmo y Guatemala y la mayoría, encabezados por Juan Nuñez Cedeño y Hernando de Badajoz, retornaron a Oaxaca bajo el juramento "facer ciodad e morir en ella". Esto ocurrió el 22 de abril de 1522 y la Villa se llamo GUAJACA corrupción de Huaxyacac, para no contrariar a Cortes en lo de Segura de la Frontera".
"Aprovechando el viaje de Don Hernando ala expedición de las Hibueras en noviembre de 1524, el alcalde de Oaxaca, Andrés de Monjaraz, elevo instancia a la Corona para que se confirmara la fundación de la Villa, lo que fue otorgado por cédula real firmada el 14 de septiembre de 1526, ordenándose en ella también el reparto de solares a los conquistadores y a todos los que pretendieran avecindarse en la población.".
"Pero habiendo retornado Cortes a México en junio de ese año, con anterioridad de tres meses a la confirmación real, mando despoblarla por segunda vez, restituyendo en ella a sus administradores y volviendo a ejercer actos de dueño y señor".
"No desistieron de sus empeños los perseverantes fundadores. Cuando salió Cortes a España, en 1527 para gestionar la concesión de su Marquesado, se concertaron con el oidor Nuño de Guzmán. Validos entonces de la provisión real, que ya había llegado a la Audiencia, volvieron a fundar la Villa; pero esta vez le dieron mañosamente la designación de Antequera, con lo que halagaron al Oidor, nativo de la Ciudad española del mismo nombre y pudieron alegar que se trataba de distinta fundación".
"Por fin, el 24 de julio de 1529, Francisco de Herrera, escribano de su Majestad, dio cumplimiento a la provisión real, y convocando al cabildo de la Villa de Antequera en publico y solemne manifestación de su RECONOCIMIENTO LEGAL, procedió al reparto de solares incluyendo los del primitivo convento de santo Domingo, fundado originalmente con el nombre de San Pablo".
"Cortes regreso a la Nueva España, investido con el titulo del Marques del valle de Oaxaca, por despacho expedido el 6 de julio de 1529; es decir, 18 días antes del reparto de solares. Como entre las posesiones que le habrán sido cedidas se encontraba adscrita a su título nobiliario la Villa de Huaxyacac y el Valle del mismo nombre, se considero con derechos sobre toda la comarca".
"Mando cobrar tributos y rentas, nombró oficiales y alguaciles, levanto mojoneras, señalo linderos, hizo reparto de indios, mando derribar la horca simbólica del poder real y desconoció al cabildo electo de Antequera".
"Para poder sobrevivir, la villa, pese al apoyo de la Audiencia, se veía obligada a sostener una lucha tenaz contra Don Hernando. Hasta el 4 de agosto de 1529, el alcalde mayor de Antequera, Don Juan Peláez de Berrio, cumpliendo con la provisión real, señaló al poblado sus primeros ejidos rurales".
"La Villa se enfrentaba a una situación muy especial: estaba limitada en todos los rumbos por pueblos de indios vasallos de Cortes, llegados desde 1521 como aliados del Capitán Francisco de Orozco y que obedecían a Don Hernando y no a las autoridades de Antequera". "La actitud de estos indios no fue solamente pasiva, sino activa y probablemente hasta agresiva en determinadas ocasiones, inducidos por Cortes y por sus apoderados pare crear conflictos a los pobladores y vecinos, con la mira de hacer fracasar otra vez la fundación".
"Pare zanjar esta situación que ocasionaban series dificultades, el Cabildo de Antequera envió a España a su procurador Diego de Porras, con instrucciones y plenitud de poderes pare gestionar la erección de la Villa en Ciudad, con todos sus derechos, privilegios y excepciones, lo que obtuvo por Cédula Real del 25 de abril de 1532".
Cortesia de: Periodico Comunicación, Mario Medina Torres, D.R. 2000
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